Bolivia está sin dólares, sin combustible, con alta inflación y una balanza comercial negativa, advierten analistas y políticos

Este lunes, saltaron las alertas después de que el Gobierno sacó a relucir que no cuenta con las suficientes divisas para la compra de combustibles y ahora lo entregará a sectores productivos a precio internacional
La ausencia de dólares que afecta la importación de combustibles, el incremento de la inflación, que en lo que va del año ha alcanzado el 3,24%, y una balanza comercial negativa de $us 845 millones para 2024 son cifras proporcionadas por el Gobierno central que levantan alertas entre políticos y analistas.
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, indicó que hay dificultades para obtener divisas para importar combustibles y satisfacer la demanda interna. Anunció un plan para ofrecer el carburante a precio internacional a sectores productivos. Esta situación fue respaldada por el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien mencionó que no tienen la capacidad para satisfacer la demanda de estos sectores.
Además, Dorgathen señaló que hay aproximadamente 500 cisternas paradas en Arica (Chile), sin poder ingresar a Bolivia por falta de pago a los proveedores. Ambos funcionarios dirigieron su crítica hacia la Asamblea Legislativa, indicando que la ausencia de aprobación de créditos impacta en el flujo de divisas.
“Después de años de mentiras, se sinceran: inflación disparada, liquidaron gas que les dejamos, acabaron nuestros dólares y nos dejaron sin combustibles”, señaló el precandidato presidencial Jorge Tuto Quiroga, considerando que la economía de Bolivia está “en estado de coma y rumbo al colapso”.
Otra precandidatura presidencial, la de Rodrigo Paz, expresó que el Gobierno “lanzó una nueva mentira y abrió la compuerta para que la inflación se siga disparando en Bolivia”, y cuestionó: “¿con qué dólares se importarán los privados la gasolina y el diésel, al precio internacional del mercado?”.
“Bolivia es un país que no tiene dólares, eso también por culpa del Gobierno. El resultado es que la inflación se disparará mucho más”, sostuvo Paz. “Por la falta de carburantes, los productos no podrán llegar a los mercados, se encarecerán y desatarán más inflación”, insistió.
Balanza Comercial Negativa
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia cerró el año 2024 con una balanza comercial negativa de $us 845,3 millones, lo que refleja una caída en las exportaciones e importaciones.
En 2024, las exportaciones nacionales sumaron $us 9.059,2 millones, en comparación con $us 10.918,7 millones en 2023. En cuanto a las importaciones, estas totalizaron $us 9.904,5 millones en 2024, cifra que también es inferior a los $us 11.489,3 millones de 2023.
Desde la perspectiva del economista Gonzalo Chávez, los dólares no solo dependen de los créditos pendientes en la Asamblea, sino que hay otras fuentes como remesas y exportaciones, las cuales están disminuyendo significativamente y no se han compensado.
“No hay préstamos, no hay inversión extranjera directa, no hay remesas de manera gigantesca, por lo tanto ahí está el cuello de botella”, afirmó el analista, reconociendo un desconocimiento sobre el funcionamiento de los préstamos.
Mayor Inflación
Asimismo, el INE reportó este lunes que la inflación acumulada en Bolivia llegó al 3,24% en los dos primeros meses del año (enero y febrero de 2025), cifra que se distancia del 0,28% registrado en el mismo periodo de 2024. La meta del Gobierno para la inflación en el presente año, según el Presupuesto General del Estado 2025, es del 7,5%.
El economista José Gabriel Espinoza observó que uno de los grandes efectos del mal manejo económico del presidente Luis Arce, que probablemente será heredado por el próximo Gobierno, es la inflación, siendo el sector alimenticio uno de los más perjudicados.
Espinoza identificó cuatro factores clave que contribuyen a este aumento de la inflación de alimentos: la escasez de dólares y la crisis en la producción interna, el aumento del contrabando y distorsiones en el mercado, una política monetaria expansiva y el financiamiento del Gobierno, así como la intervención del Estado en mercados estratégicos.
“La combinación de estos factores ha creado un círculo vicioso: la escasez de dólares dificulta la producción y encarece los bienes básicos, mientras que la expansión monetaria del Gobierno eleva la inflación y reduce aún más la disponibilidad de divisas. En este contexto, los alimentos, un componente esencial de la canasta familiar, continúan siendo los más afectados, golpeando el bolsillo de los bolivianos”, concluyó el economista.