La oposición boliviana intenta unirse para las elecciones de 2025 ante la división del MAS
Las visitas por separado de los expresidentes Jorge ‘Tuto’ Quiroga (2001-2002) y Carlos Mesa (2003-2005) al líder opositor y gobernador suspendido de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho son algunas de las señales de que la oposición busca reagruparse
Los principales líderes de la oposición en Bolivia han comenzado a trazar un camino hacia una posible unificación, un objetivo que ha sido tanto repetido como elusivo, con el fin de unificar fuerzas para derrotar al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones de 2025, gastadas por su fragmentación interna.
Las reuniones separadas de los expresidentes Jorge ‘Tuto’ Quiroga y Carlos Mesa con Luis Fernando Camacho, líder opositor y gobernador suspendido de Santa Cruz, son una indicación de que la oposición busca reagruparse. Camacho se encuentra actualmente en prisión en el occidente de Bolivia debido a los acontecimientos relacionados con la crisis política de 2019.
Ambos exmandatarios admitieron que el propósito de sus encuentros con Camacho es establecer una «alternativa nacional» que desafíe la dominancia del MAS, que ha estado al frente del país durante casi 20 años, excluyendo el breve gobierno interino de Jeanine Áñez entre 2019 y 2020.
Además de estos tres líderes, se suma el empresario opositor Samuel Doria Medina, quien recientemente presentó un plan para abordar la “crisis” en Bolivia, marcada por el aumento de precios, la falta de dólares y los problemas en el suministro de combustibles.
Doria Medina se mostró abierto a la idea de formar un bloque con Quiroga, Mesa y Camacho, sugiriendo que el candidato presidencial debería ser aquel que reciba el mayor apoyo popular.
El MAS enfrenta una lucha interna entre sus líderes, el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce, quienes se han distanciado desde finales de 2021 por discrepancias sobre la gestión del gobierno y la necesidad de renovar la directiva para elegir un nuevo candidato presidencial.
Carlos Alarcón, legislador del partido oposición Comunidad Ciudadana, indicó que “este es el escenario más propicio que se ha presentado después de 19 años de Gobiernos del MAS para que la oposición gane en las próximas elecciones”.
Alarcón resaltó que la unión de la oposición debe involucrar a sus líderes más destacados debido a su experiencia en la política, antes de integrar otros liderazgos.
Por otro lado, Centa Rek, senadora de Creemos, el partido que dirige Camacho, expuso que “la oposición en Bolivia está muy debilitada” porque “no existen partidos políticos activos”, solo alianzas temporales y grupos que participan en elecciones bajo nombres prestados.
Al ser consultada sobre la posibilidad de una unificación entre Mesa, Quiroga y Camacho, Rek advirtió que “todos los opositores penden de un hilo” debido a los procesos judiciales que enfrentan, lo cual podría llevar a que en cualquier momento se conviertan en personas acusadas.
La oposición, al igual que el MAS, está fragmentada. Por un lado, las facciones de Mesa, Quiroga, Doria Medina y Camacho se autodenominan la “verdadera oposición”. Por el otro, se encuentran los “opositores funcionales”, que son más cercanos al Gobierno de Arce, como el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, y el de Santa Cruz, Jhonny Fernández, quienes tienen proyectos políticos independientes.
Por último, se encuentran los partidos históricos, pero debilitados, como el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), entre otros.
El politólogo Franklin Pareja destacó que la oposición no presenta una estructura organizada capaz de crear un proyecto alternativo, lo que la lleva a “repetir el mismo libreto” de unirse unos meses antes de las elecciones para enfrentar al MAS, sin una ideología definida y sin una jerarquía estructural, lo que la convierte en un grupo “frágil”.
Desde que el MAS ganó su primera elección nacional en 2005, que significó la llegada de Morales a la Presidencia, han pasado por cuatro comicios (2009, 2014, 2019 -anulada- y 2020).