Contrabando a la inversa: Pese a anuncio de militarización de fronteras productos bolivianos salen hacia Perú
En Desaguadero, en la frontera con Perú, el “contrabando a la inversa” se mantiene intacto pese al anuncio de la militarización de las regiones fronterizas que lanzó el Gobierno el 7 de octubre.
El arroz y el aceite son los productos que están impulsando la economía del Perú, según una comerciante local. Este fenómeno se conoce como «contrabando a la inversa», refiriéndose a la salida ilegal de productos bolivianos, en este caso, alimenticios.
En Desaguadero, en la frontera con Perú, esta práctica se ha mantenido sin cambios a pesar del anuncio del Gobierno sobre la militarización de las regiones fronterizas realizado el 7 de octubre.
Los alimentos bolivianos se venden en Perú a precios que pueden llegar a ser el doble de lo que se comercia en Bolivia, favoreciendo el llamado «contrabando hormiga». Este método implica que los productos cruzan la frontera utilizando pequeños vehículos y luego son transportados en botes a través de las aguas fronterizas para llegar al territorio peruano.
“Más que todo es de noche, es en la madrugada cuando pasan las cosas”, relata un habitante de esa región. En este contexto, una amplia variedad de productos sale de Bolivia, incluyendo cajas de aceite, maples de huevo, azúcar y gas licuado (GLP).
Los ciudadanos que participan en este negocio son vulnerables, ya que la vigilancia militar prometida es prácticamente inexistente, permitiendo que la mercancía circule libremente como en un mercado abierto.
Los triciclos y carretillas de dos ruedas cruzan la frontera con bidones de aceite de cinco litros, los cuales están escasos en los mercados de La Paz. “¿Dónde hay militares? No hay nada”, comenta una comerciante en la madrugada del viernes 18 de octubre, día de la feria.
No obstante, el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amilcar Velásquez, aseguró que 2.000 efectivos están destinados en 190 puntos fronterizos del país y que han logrado confiscar una cantidad significativa de productos que intentaban ser exportados ilegalmente a Perú.
“Hemos afectado al contrabando aproximadamente con todos estos productos en estos dos días en unos 400.000 bolivianos”, afirmó Velásquez. La otra modalidad de contrabando es al por mayor, que se desarrolla sin control tanto en áreas urbanas como en el extenso y despoblado altiplano.
Una de las rutas empleadas inicia en Viacha y atraviesa San Andrés de Machaca y Guaqui, llegando a Desaguadero. Otra ruta ilegal conecta San Andrés de Machaca y Santiago de Machaca hasta arribar a Lito 40, el punto fronterizo tripartito.
Según las autoridades, al menos diez productos bolivianos son objeto de contrabando hacia Perú, incluyendo arroz, aceite, huevo, GLP, carne de pollo, carne de cerdo, carne de llama y carne de cordero. La principal razón por la que estos productos abandonan Bolivia es el precio.
El quintal de arroz se comercializa entre Bs 460 y Bs 480 en Bolivia, mientras que en Perú alcanza los Bs 600 o 190 soles. Por otro lado, el aceite de cinco litros tiene un costo de Bs 60 en Bolivia y Bs 78 o 26 soles en Perú. La carne de cerdo también presenta una diferencia significativa, ya que cuesta 29 bolivianos por kilogramo en Bolivia, pero asciende a 39 bolivianos o 13 soles en el país vecino. La lista de precios desiguales es extensa.
El viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, reconoce que este problema no se resolverá únicamente con la militarización de las fronteras. Señala que se requiere el compromiso de múltiples instituciones y funcionarios que actúen de manera ética para hacer cumplir la ley.