Evo dice que el Gobierno pretende detenerlo y enviarlo a EEUU o Argentina
Morales dijo que es objeto de “seguimiento (y) vigilancia física y electrónica” y que permanece bajo el resguardo de unos 1.000 productores de hoja de coca
El expresidente Evo Morales afirmó este viernes a la agencia EFE que el Gobierno de Luis Arce tiene un supuesto plan para detenerlo y llevarlo a Estados Unidos o Argentina, con el fin de impedir que se postule como candidato en las elecciones de 2025.
“Es muy grave lo que está pasando en Bolivia y tengo la obligación de denunciar lo que está pasando a la opinión pública nacional e internacional”, señaló el político.
Morales comentó que ha recibido recientemente dos advertencias de personas vinculadas al Ministerio de Gobierno, quienes le alertaron que el ministro Eduardo del Castillo, junto con la Policía, trabajan para su detención.
El plan “es acabar con la vida de Evo, si no pueden acabar con la vida Evo es detenerlo y enviarlo a Argentina o Estados Unidos, con el único propósito de evitar su candidatura”, remarcó.
El exmandatario argumentó que la intención es “exiliarlo” o “botarlo” de Bolivia, para someterlo a un proceso judicial en Estados Unidos por un caso de narcotráfico al que, a su juicio, buscan vincularlo.
O bien, enviarlo a Argentina debido a una investigación abierta por estupro y trata de personas, presuntamente cometidos por Morales cuando tenía refugio en ese país.
El primer asunto está relacionado con la solicitud de extradición de Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas en el Gobierno de Morales, que fue requerida por Estados Unidos a Bolivia, ya autorizada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y que el Gobierno ha afirmado que se llevará a cabo antes de Navidad.
Morales aseguró que “hay una presión desde el Ministerio de Gobierno” para que Dávila declare en su contra, a pesar de que la DEA ya lo investigó y no encontró “nada”.
A juicio del ex mandatario, no procede aplicar el tratado de extradición de 1995 entre Bolivia y Estados Unidos, dado que no hay relaciones a nivel de embajadores entre ambos países desde 2008.
También subrayó que la entrega del exjefe antinarcóticos “es un sometimiento abierto a Estados Unidos por parte del Gobierno, (para) hacer buena letra y buena imagen”, siendo que, según él, corresponde que ese asunto se resuelva en Bolivia.
En relación al caso de estupro y trata de personas, Morales enfatizó que es un tema que se cerró hace varios años y mantuvo que no se demostró nada.
Actualmente, Morales se encuentra en el trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical, para evitar una posible captura por una investigación de estupro y trata de personas que lo involucraría con una menor de edad, de la cual supuestamente habría tenido una hija durante su Presidencia.
La última vez que Morales salió de la región fue durante una marcha hacia La Paz con múltiples demandas hacia el Gobierno, un acto que el presidente Arce calificó como un “intento de acortamiento de su mandato”.
Morales manifestó que es objeto de “seguimiento (y) vigilancia física y electrónica”, pero que no se oculta y permanece bajo la protección de aproximadamente 1,000 campesinos en una sede sindical de productores de hojas de coca, en la localidad de Lauca Ñ.
“Estamos preparando al trópico de Cochabamba, vamos a defendernos, y Evo no va a abandonar Bolivia, (estaré) junto a mi pueblo, voy a defender a mi pueblo”, recalcó.
Recientemente, Morales fue destituido de la presidencia del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) tras casi tres décadas, cuando el ente electoral reconoció al dirigente arcista Grover García como nuevo líder de ese partido.
Arce y Morales presentan un distanciamiento desde finales de 2021, debido a diferencias en la gestión del Ejecutivo y el control del MAS.
Morales reiteró que luchará por recuperar la presidencia del MAS y que, de no lograrlo, se presentará en las próximas elecciones “con cualquier sigla” o “cualquier alianza”, a pesar de la prohibición constitucional de la reelección indefinida.
