Analista Dunn: En 2024 el país entra “en la fase terminal de la economía socialista – populista”
Desde el punto de vista de Jaime Dunn, el presidente cree que el problema del país es la falta de dólares y de combustibles, cuando el problema real es que el Gobierno gasta demasiado
La economía boliviana enfrenta serios desafíos
La situación económica en Bolivia es alarmante, según el analista financiero Jaime Dunn, quien advierte que en 2024 el país entrará en la fase terminal de una economía socialista-populista.
Dunn argumenta que el presidente Arce atribuye los problemas económicos a la escasez de dólares y combustibles, sin embargo, sostiene que la verdadera complicación radica en el exceso de gasto por parte del Gobierno.
Al hacer un balance de lo ocurrido en 2024, Dunn enfatizó que la falta de dólares y el aumento de la inflación marcan este período. La inflación ya se sitúa en dos dígitos, un fenómeno que no se observaba desde hace más de 20 años. Según el Gobierno, la inflación alcanzó un 8.82% en noviembre.
El analista subrayó que las políticas económicas enfocadas en la expansión del gasto y la creación de una falsa bonanza económica han impactado negativamente a los ciudadanos y al país, describiéndolo como un despilfarro que genera una ilusión de crecimiento y bienestar.
No obstante, el presidente Luis Arce Catacora admitió que se prevé que Bolivia entre en un ciclo de “recesión e inflación”, aunque desestimó la existencia de una recesión y reconoció que la economía está experimentando una desaceleración.
Arce mencionó que los “ataques” a su administración han buscado proyectar una imagen de desinstitucionalización e ingobernabilidad con el propósito de provocar un “acortamiento de mandato”.
En este contexto, Dunn resaltó que el presidente se encuentra en un estado de negación desde hace casi ocho años, cuando era ministro y ahora como presidente, indicando que el gasto excesivo ha llevado a un mayor déficit fiscal y a la reducción de las Reservas Internacionales.
Él está en una negación continua y con un diagnóstico equivocado de la situación económica. El presidente cree que el problema del país es la falta de dólares y la falta de combustibles, cuando en realidad esas son las consecuencias del problema real. Y el problema real es que el Gobierno gasta demasiado, remarcó.