El opositor venezolano González Urrutia llega a Argentina para reunirse con Milei

La visita se produce en medio de un recrudecimiento de la tensión entre ambos países debido a la detención en Venezuela de un gendarme argentino.

El opositor Edmundo González Urrutia, quien disputa la victoria electoral de 2024 frente a Nicolás Maduro, llegará a Argentina este viernes para reunirse el sábado con el presidente Javier Milei, dando inicio a una “gira latinoamericana” previo a la asunción presidencial en Venezuela programada para el 10 de enero.

La llegada de González a Argentina ocurre en un contexto en el que las autoridades venezolanas han ofrecido una recompensa de 100,000 dólares por información que pueda llevar a su captura, en medio de un aumento de la tensión entre ambos países tras la detención de un gendarme argentino en Venezuela.

González se exilió en España en septiembre y ha prometido retornar a su país para “tomar posesión” el 10 de enero, en lugar de Maduro. Se espera que llegue a Buenos Aires el viernes, según confirmó una fuente de la Presidencia a la AFP y corroboró el propio candidato en la red X. “Comienza nuestra gira por América Latina. Primera parada: Argentina”, escribió González Urrutia el jueves.

El sábado por la mañana, tiene programado un encuentro con Milei en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, además de convocar a la comunidad venezolana en Argentina para que se reúna en la emblemática Plaza de Mayo.

Posteriormente, González Urrutia viajará a Montevideo para reunirse con el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y el canciller, Omar Paganini. Este encuentro está previsto para la tarde del sábado en la Torre Ejecutiva, sede de la Presidencia, y será una “señal de apoyo” a los reclamos del opositor venezolano respecto a los resultados electorales en su país.

El 20 de diciembre, España le concedió asilo político a González Urrutia, quien es acusado por la Fiscalía venezolana de delitos como “conspiración” y “asociación para delinquir”. González había abandonado su país en Madrid el 8 de septiembre.

Las autoridades electorales de Venezuela proclamaron a Maduro como reelegido para un tercer mandato consecutivo de seis años (2025-2031), sin proporcionar hasta ahora detalles del escrutinio. Mientras tanto, la oposición denuncia un fraude y reivindica la victoria de González Urrutia, basándose en la publicación de actas electorales en una página web.

Argentina, al igual que Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, desconoce la reelección de Maduro. Esta proclamación desató protestas que resultaron en 28 muertes y alrededor de 200 heridos, así como 2,400 detenidos. Tres de los detenidos fallecieron en prisión y cerca de 1,400 han sido liberados condicionalmente.

Maduro se prepara para su juramentación ante un nuevo período de gobierno, respaldado por la Fuerza Armada, la cual ha declarado su “lealtad absoluta”.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se reunieron con González Urrutia en meses pasados, y en diciembre, el Parlamento Europeo le otorgó el premio Sajarov a él y a la líder opositora María Corina Machado por sus “esfuerzos para restaurar la libertad y la democracia” en Venezuela.

Por otro lado, la Cancillería argentina anunció el jueves que había denunciado a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la “detención arbitraria y desaparición forzada” del gendarme argentino Nahuel Gallo, de 33 años, quien fue arrestado el 8 de diciembre y acusado de “terrorismo” por la fiscalía venezolana. Además, se solicitaron medidas cautelares en favor de Gallo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El canciller venezolano, Yván Gil, describió la denuncia ante la CPI como un “espectáculo penoso”. Las relaciones diplomáticas entre Milei y Maduro ya eran tensas, pero se rompieron definitivamente después del desconocimiento de los resultados electorales en Venezuela.

La embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la custodia de Brasil, ha albergado desde marzo a seis colaboradores de Machado, acusados de “terrorismo”. Uno de ellos renunció al asilo el 20 de diciembre, abandonó la legación y se entregó a las autoridades, mientras que los otros cinco esperan un salvoconducto para salir del país.