Santa Cruz: La dura agonía de una osa perezosa que quedó atrapada en un incendio en Guarayos
Bolivia vive la peor crisis ambiental de los últimos años debido a los incendios que arrasaron con más de 7 millones de hectáreas y una cantidad indeterminada de animales silvestres.
Estaba totalmente quemado, el olor era terrible y estaba vivo. Era doloroso, cruel, ver a ese animalito con ese sufrimiento. Llegó en condiciones terribles, relató Nena Baltazar, fundadora del Santuario de la Fauna Silvestre Ambue Ari, a donde fue trasladada la osa perezosa rescatada de las afueras de Guarayos, cerca de la comunidad de Villa Fátima, en Santa Cruz.
Cuando el osito llegó, estaba tan quemado que todos sus músculos, su piel estaba tan quemada que no podía moverse. Estaba totalmente tieso, cuando le pusimos anestesia, empezó a relajarse y pudo bajar su cabeza. Sus músculos estaban muy contraídos, contó Baltazar.
El reporte veterinario señala que la osa perezosa presentaba quemaduras de tercer grado, que comprometían casi por completo toda la extensión de piel y que muchas partes se encontraban carbonizadas, por lo que probablemente ya había daños severos e irreversibles en los órganos internos.
El estado en el que se encontraba el individuo era incompatible con una calidad de vida digna y propia de la especie, y dada la extensión de las lesiones se consideró realizar una eutanasia compasiva del animal para evitar mayor sufrimiento, agrega el reporte.
Los incendios en Bolivia se reportaron desde junio, desde entonces las quemas provocadas solo incrementan y pese al esfuerzo de los bomberos voluntarios, equipos de emergencias y habitantes de las zonas afectadas, el fuego solo es mitigado por la lluvia que cae de manera esporádica.
Baltazar relató que en las zonas quemadas, se ve a los animales huyendo tratando de huir del fuego, que también acecha al santuario, debido que las llamas se encuentran por la Chonta, cerca de Guarayos y la parte de Villa San Pedro, cerca de Beni.
Muchos animales deben estar sufriendo, muriendo, agonizando, sufriendo de dolor, lamentó la fundadora del santuario.
Muchos osos perezosos han muerto así. Los que más han perecido han sido los perezosos, las tortugas, las serpientes, los animales que no han podido escapar, los ha atrapado el fuego, cuenta Baltazar.
Agregó que en las zonas afectadas se instalaron bebederos en el suelo y aéreos para los animales silvestres que escapan del infierno del fuego y la sequía. La sed de los animales es tanta que el agua se recarga tres veces al día.
Tatú en recuperación. En la misma zona donde rescatada la osa perezosa, se encontró un tatú con quemaduras y lesiones a causa del incendio.
Al pequeño ejemplar se le aplica pomadas para las quemaduras en sus patas y cuerpo. El reporte señala que se recupera favorablemente con el tratamiento.
Baltazar consideró la situación como una tragedia y lamentó que las quemas permanezcan.
