De corazón noble y espíritu solidario, ella es Ana Justiniano de Roig
Junto al padre Alfredo, fundó Aldeas SOS en San José de Chiquitos. Son incontables sus actividades para ayudar a los más necesitados.
Desde joven se interesó por la niñez y mujeres que pasaban por situaciones difíciles, sus acciones solidarias llegaron hasta los barrios más alejados de Santa Cruz de la Sierra.
Con el apoyo de su esposo ayudó de manera desinteresada a personas necesitadas y cerca de 1980 junto al padre Alfredo fundó las Aldeas SOS en San José de Chiquitos, que posteriormente extendió en la capital cruceña.
Ana Justiniano de Roig es una mujer de corazón noble y espíritu solidario. Formó parte de instituciones como el Comité Cívico Femenino, La Cruz Roja, donde estructuró un equipo de trabajo con los que logró ayudar a más de 7 mil enfermos.
Amistades y otras mujeres que trabajan con ella la califican como una mujer solidaria, que siempre pensó en los demás, sobre todo en el apoyo a la niñez y a las mujeres más vulnerables.
Entre su legado, también trabajó para formar un albergue para los niños del penal de Palmasola.
