Richter cuestiona a actores de oposición por sus posturas en torno al conflicto del masismo
El exvocero presidencial cuestionó a actores políticos al referir que se pasa de un hecho judicial (como la denuncia contra Evo) a otro político, donde los “presidenciables” muestran el “odio guardado” desde 2020
El portavoz presidencial, Jorge Richter, alertó sobre el aumento del odio y la violencia en Bolivia en medio del conflicto interno dentro del movimiento masista, que involucra a Evo Morales y Luis Arce. Según Richter, la situación actual se asemeja a la polarización de 2019, extendiendo además la responsabilidad a los líderes de la oposición.
Richter afirmó que la transición de un contexto legal a uno político ha evidenciado un resurgimiento del odio acumulado desde 2020, mientras que ciertos líderes populares han desatado sus propias versiones de confrontación y destrucción. Señaló que los nombres de estos políticos ya no son relevantes, al menos no para el panorama de 2025.
El portavoz presidencial hizo referencia a Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana, quien subrayó la necesidad urgente de detener a Evo Morales y a quienes incitan a actos criminales que afectan la economía mediante bloqueos, agrediendo a los medios y confrontando a las fuerzas del orden.
Asimismo, criticó la postura del alcalde de La Paz, Iván Arias, quien sugirió implementar un estado de sitio en las áreas afectadas por bloqueos en Cochabamba. También cuestionó los comentarios de Samuel Doria Medina, que advirtió sobre la ausencia de Estado en ciertas regiones del país, como el Chapare, señalando que estos «vacíos» han existido por un tiempo, pero se han intensificado bajo la administración del MAS.
Richter criticó a los políticos que piden acciones drásticas, como la cárcel para Morales, la militarización de zonas conflictivas y el uso de la fuerza pública para controlar carreteras, sin abordar la situación crítica de la economía y el bienestar ciudadano. Destacó que los actores políticos se aferran a la violencia y a estrategias destructivas, mientras la economía se encuentra en declive y la ciudadanía se siente desprotegida.
En su análisis, Richter remarcó que la escalada de odio y violencia ha llevado nuevamente al país a una polarización similar a la de 2019, enfrentando a sectores populares con las clases medias urbanas. Resaltó que estos mismos actores políticos de confrontación están volviendo a emerger en la actual coyuntura.