Evo Morales dice que si es capturado habrá un “levantamiento” indígena y militar
“Ojalá no lo haga, ojalá no haya un muerto en alguna región del país o van a tomar los cuarteles”, dijo Morales durante una entrevista
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien ocupó la presidencia desde 2006 hasta 2019, ha advertido que, en caso de ser capturado por el Gobierno, podría surgir un levantamiento de los movimientos indígenas contra el actual presidente, Luis Arce. Además, afirmó que las Fuerzas Armadas podrían amotinarse.
Morales se encuentra atrincherado desde hace 17 días en la región del Chapare, en Cochabamba, que ha sido su bastión político y sindical. Sus seguidores han comenzado a bloquear las principales carreteras del centro del país en defensa de su figura, ante la posibilidad de una orden de captura que lo involucra en un caso de trata de personas y estupro.
El exmandatario mencionó que, aunque tal vez esté exagerando, puede garantizar que habría un levantamiento si fuera arrestado. Asegura recibir mensajes de militares y policías que dicen estar amotinándose y no están dispuestos a seguir debido a los cambios rápidos en el mando.
Morales describió los bloqueos como el inicio de una rebelión contra lo que perciben como una traición por parte de Arce. Indicó que los sectores indígenas y campesinos que se identifican como ‘evistas’ están actuando por su propia cuenta debido a la crisis económica que enfrenta el país, que incluye la escasez de combustible y el aumento de precios en la canasta básica.
Morales expresó su deseo de que no ocurra un enfrentamiento que resulte en muertes y se refirió a la posibilidad de que sus seguidores ocupen los cuarteles en caso de un arresto. Reiteró la denuncia de que hubo un intento de asesinato en su contra, cuando, según dice, su vehículo fue atacado por hombres que dispararon múltiples veces contra él.
El expresidente denunció que se utilizaron fusiles de francotirador en el ataque y contradijo al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien afirmó que Morales había escapado de un control antidrogas y había disparado a varios policías. Cuestionó las acciones de la Policía durante el incidente y sugirió que podría haber habido una trama para implicarlo en un ajuste de cuentas.
Morales condenó al ministro del Castillo, a quien considera su enemigo, por afectarlo económicamente al denunciar corrupción dentro de la Policía y por mantener a algunos policías leales a él. Asegura que hay un plan para su asesinato y exigió la destitución y procesamiento del ministro.
El exmandatario enfatizó su decisión de permanecer en Bolivia, afirmando que luchará con su pueblo para intentar salvar al país. Morales había estado en el exilio en Argentina tras renunciar a la presidencia en 2019, en medio de una crisis política y social que, según él, fue un golpe de Estado en su contra.
A pesar de las críticas de algunos sectores sociales que le cuestionan por haber «escapado», Morales sostuvo que se distanció de Arce en 2021, al recibir información sobre un plan para sacarlo de la política, que también involucraba a otros miembros del oficialismo.
El exmandatario concluyó que, si hubiera sido detenido el domingo pasado, habría resultado en un levantamiento total por parte de sus seguidores. La situación en Bolivia se torna cada vez más complicada, ya que la Policía ha decidido replegarse de la región del Chapare al alegar que no cuenta con garantías de seguridad, mientras los bancos locales cierran sus puertas.
En días recientes, sectores ‘evistas’ retuvieron y agredieron a varios periodistas y policías cuando estos intentaron levantar uno de los bloqueos. Morales ha declarado que la única manera de poner fin a estas manifestaciones es a través de elecciones primarias abiertas en el MAS para elegir al candidato presidencial de 2025, así como retirar los procesos judiciales en su contra.
