Productores agropecuarios alertan que la falta de diésel pone en riesgo la seguridad alimentaria en el país
La falta de diésel afecta a todos los sectores agropecuarios, poniendo en riesgo la cosecha de invierno y el inicio de la campaña de verano.
Las filas en las estaciones de servicio permanecen. La escasez de diésel está impactando a todos los sectores agropecuarios del país. Los agricultores no pueden contemplar trabajar la tierra para la cosecha y siembra de sus cultivos, ya que carecen del combustible necesario para sus maquinarias.
La actual crisis provocada por la falta de carburante representa un riesgo inmediato para la producción de alimentos en todo el territorio nacional. La seguridad alimentaria se ve amenazada, y el sector cañero ha manifestado su preocupación, declarando una emergencia ante la imposibilidad de operar sus tierras y planificar la campaña 2025 con el inicio de la zafra.
En el Norte Integrado, la sequía ya había mermado la producción de soya, y ahora la falta de diésel impide que los pocos cultivos en sus campos sean cosechados, ya que las maquinarias están paradas. En Santa Cruz, específicamente en la zona este del departamento, las colonias menonitas del municipio de Cuatro Cañadas se han declarado en emergencia porque no pueden iniciar la siembra en los campos listos para la producción, debido a la falta de combustible para sus maquinarias.
El Gobierno, a través de sus ministros y representantes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), está tratando de encontrar soluciones para satisfacer la demanda del sector, pero las largas filas en los surtidores persisten, a pesar de que se han levantado los bloqueos en el país.
Economistas y expertos en hidrocarburos han expuesto las razones detrás de la escasez de carburantes en el país. Las filas de vehículos pesados y livianos continúan en las estaciones de servicio, aunque el Gobierno asegura que está trabajando para garantizar que el combustible no falte a los sectores productivos.
Los transportistas también enfrentan dificultades debido a la complicada situación generada por la falta de diésel, e incluso la gasolina comienza a escasear. El sector productivo ya había padecido en 2024 por sequías, lluvias y bloqueos, y ahora se suma esta nueva crisis.
El sector oleaginoso de Santa Cruz, por ejemplo, requiere 90 millones de litros de diésel para la campaña de verano 2024-2025, pero actualmente solo tiene acceso a la mitad de esa cantidad, lo que pone en grave peligro la seguridad alimentaria del país.