Yoon, detenido tras un largo asedio a su residencia y 43 días después de su ley marcial
La detención de Yoon es la primera en la historia del país a un presidente en el cargo, aunque el mandatario conservador quedó inhabilitado el pasado 14 de diciembre por el Parlamento nacional
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue arrestado este miércoles para ser interrogado sobre su polémica declaración de ley marcial realizada a inicios del mes pasado, después de un prolongado asedio por parte de las autoridades en su residencia, donde se encontraba atrincherado.
Este evento marca un episodio insólito en la profunda crisis política que vive el país desde que Yoon optó por declarar sorpresivamente la ley marcial hace 43 días, acusando a la oposición, que tiene mayoría en el Parlamento, de actuar como “fuerzas pronorcoreanas”.
La detención de Yoon representa la primera vez en la historia de Corea del Sur que un presidente en funciones es arrestado, aunque el mandatario conservador ya había sido inhabilitado el 14 de diciembre por el Parlamento, tras la aprobación de una moción impulsada por la oposición tras el estado de excepción declarado por él.
El operativo para intentar la detención de Yoon comenzó a organizarse a las 3:20 de la madrugada local. Antes del amanecer en Seúl, se desplegaron aproximadamente 3.200 efectivos de la policía, así como oficiales de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y otros organismos en la residencia presidencial.
Dicho despliegue tenía como objetivo enfrentar al Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), un cuerpo que opera de manera independiente a otras fuerzas de seguridad del país y que responde directamente al presidente. Este servicio ya había frustrado un intento de detención el pasado día 3 durante un enfrentamiento tenso con las autoridades.
El operativo policial incluía a medio centenar de antidisturbios, dada la presencia de más de 6.000 simpatizantes de Yoon que se reunieron en los alrededores de la residencia oficial con la intención de impedir el acceso al recinto, situado en Yongsan, en el centro de Seúl.
A las 5:10, agentes de la policía y fiscales del Estado presentaron ante el servicio de seguridad presidencial la orden de arresto emitida por un tribunal. Durante las dos horas siguientes, se vivieron momentos caóticos, pues varios intentos de ingresar al recinto presidencial fueron bloqueados por las cadenas humanas del PSS y barricadas de vehículos y alambre de espino, todo mientras aumentaban las protestas de los simpatizantes de Yoon en los alrededores.
Después de las 7:00 de la mañana, la policía logró ingresar al recinto usando escaleras portátiles para superar las vallas y comenzó a rebasar otros perímetros de seguridad hasta llegar al edificio principal de la residencia, donde iniciaron negociaciones con el equipo legal de Yoon y el PSS.
Finalmente, Yoon fue detenido a las 10:33, tras anunciar su equipo legal que accedería a comparecer ante la oficina anticorrupción. Anteriormente, Yoon había rechazado acudir a citaciones previas para declarar ante este organismo, lo que llevó a la emisión de la orden de arresto.
Ya bajo custodia, Yoon se negó a declarar durante las primeras dos horas y media de su interrogatorio en la sede de la CIO en Gwacheon, al sur de la capital, según un funcionario de la agencia.
Sin embargo, durante el interrogatorio, el perfil oficial de Yoon en redes sociales publicó una carta escrita a mano por él, en la que defendía su declaración de ley marcial, afirmando que “no es un crimen, sino un ejercicio de autoridad presidencial para superar una crisis”.
Poco antes, se había compartido un mensaje grabado en vídeo en el que decía que había decidido presentarse ante las autoridades para evitar un posible “derramamiento de sangre” y pese a que se trataba de una “investigación ilegal”.
La oficina anticorrupción tiene un plazo de 48 horas para interrogar a Yoon y puede solicitar una extensión de la detención. Se espera que el actual presidente permanezca en el Centro de Detención de Seúl, en Uiwang, cerca de la sede de la CIO.
Yoon está siendo investigado por un posible delito de insurrección relacionado con su declaración de ley marcial, el único delito del cual un presidente surcoreano no goza de inmunidad, así como por abuso de poder.
Si llegara a ser declarado culpable de insurrección, el líder conservador, que tiene prohibido salir del país, podría enfrentar una condena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, aunque esta última no se aplica en Corea del Sur desde hace casi 40 años.
Adicionalmente, el Tribunal Constitucional tiene abierta otra causa en la que deberá decidir antes de mediados de junio si la inhabilitación de Yoon es permanente o si, por el contrario, será restituido en su cargo.