Congreso de Chile aprueba plan de Boric para cambiar sistema de pensiones de Pinochet
Con 110 votos a favor y 38 en contra, la Cámara Baja de Chile dio luz verde al plan bandera del gobierno de Boric, tras recibir el visto bueno del Senado el pasado lunes
El presidente de Chile, Gabriel Boric, logró este miércoles un importante triunfo político con la aprobación en el Congreso de la reforma al sistema privado de pensiones instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La Cámara Baja respaldó la iniciativa con 110 votos a favor y 38 en contra, después de que el Senado diera su aprobación el lunes anterior.
“El Congreso acaba de aprobar una reforma histórica al sistema de pensiones. Es el avance más importante en materia previsional de las últimas décadas”, celebró el presidente chileno en una cadena nacional televisada.
Con un año restante en su mandato, Boric ha obtenido una victoria contundente después de haber fracasado anteriormente en su intento de reemplazar la Constitución de Pinochet y aumentar los impuestos a los más ricos mediante una ley tributaria que fue rechazada por el Congreso.
En esta ocasión, logró un acuerdo con la oposición de derecha, que tiene mayoría en el Congreso, y pudo avanzar con la reforma de pensiones que había impulsado desde 2022, la cual cuenta con el respaldo del 60% de la población chilena, según la encuestadora Cadem.
El plan de Boric transforma de forma gradual el modelo que se estableció en 1981, en el que el trabajador financiaba por completo su pensión sin apoyo de su empleador, ya sea privado o estatal.
Con los cambios aprobados, las empresas deberán aportar el 8,5%, mientras que los trabajadores continuarán contribuyendo con el 10% de su salario, tal como se había establecido durante la dictadura.
Este porcentaje del salario de los empleados era destinado a los portafolios de inversión de las administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP). Al jubilarse, los hombres a los 65 años y las mujeres a los 60 recibían una pensión basada en el rendimiento de sus aportes.
De los 600.000 jubilados en Chile, aproximadamente la mitad percibe el equivalente a unos 350 dólares al mes, que es inferior al salario mínimo de 500 dólares, según cifras oficiales.
El gobierno estima que con el nuevo modelo, las pensiones aumentarán entre un 14% y un 35%, atendiendo así las demandas de los chilenos que han protestado durante años contra un sistema que apenas garantizaba una pensión mínima.
La reforma comenzará a implementarse seis meses después de su promulgación y se espera que esté completamente vigente para 2035.
Además, la iniciativa ajusta un bono estatal para los jubilados más vulnerables, elevándolo de 215 a 250 dólares mensuales.
Rosa Vallejos, una jubilada de 61 años, recibe aproximadamente 170 dólares de pensión tras haber contribuido al sistema durante casi 30 años. Sin embargo, expresa que el dinero apenas le alcanza para cubrir sus gastos médicos de diabetes, que rondan los 80 dólares.
No obstante, considera que la reforma es insuficiente. “Cuando reciba la pensión estatal (de 250 dólares), esa plata ya no va a servir porque el costo de la vida va a subir”, comentó a la agencia AFP.
Con el nuevo modelo, las siete AFP que actualmente operan en Chile deberán competir con nuevos inversores de pensiones. También se establecerá un beneficio que otorgará hasta 95 dólares mensuales a quienes hayan trabajado más, gestionado a través de un seguro social que será administrado por un organismo público.
“Es un gran triunfo para avanzar hacia un sistema más equilibrado (…) que incorpora un componente de seguro social, como lo hacen los países con sistemas de pensiones exitosos”, señaló a la AFP, Marco Morales, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Diego Portales.
Chile superará así el aporte obligatorio promedio del 18,2% que tienen los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que también incluye a Costa Rica, Colombia y México.