Crecen las quejas por un monopolio estatal “de facto” en la aviación comercial
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El senador, Erick Morón, sugirió que “hay que eliminar el monopolio de BoA (Boliviana de Aviación) en Bolivia, necesitamos libre competencia”. Por su parte, la Cámara Nacional de Industrias y empresas de turismo insiste una política de “cielos abiertos”
Las constantes demoras e inconvenientes con los aviones de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) han provocado un aumento en las protestas de sectores privados y usuarios, quienes consideran que existe un monopolio «de facto» del Estado en la aviación comercial nacional, una afirmación que el Gobierno de Luis Arce rechaza.
El último incidente se produjo el lunes, cuando un vuelo que debía salir desde Cochabamba hacia Santa Cruz fue cancelado debido a un problema en uno de los motores, con el riesgo de incendio, lo que obligó a evacuar a los pasajeros a través de los toboganes de emergencia.
Los usuarios de BoA también han presentado numerosas quejas por demoras, cancelaciones de vuelos, pérdida de equipaje, aeronaves que no logran despegar por fallas técnicas y aterrizajes complicados.
El senador Erick Morón propuso que “hay que eliminar el monopolio de BoA (Boliviana de Aviación) en Bolivia”. En su opinión, “necesitamos libre competencia para beneficio y seguridad de los bolivianos”, publicó en la red social X. Dirigiéndose a las autoridades del Gobierno, señaló: “Si no ayudan no estorben y dejen que los que saben operen en nuestro cielo”.
Los recientes problemas con los aviones de BoA han intensificado la demanda de una política de “cielos abiertos”, que fue solicitada hace meses por los operadores turísticos y ahora también por la Cámara Nacional de Industrias (CNI). La CNI pidió que “a la brevedad posible se apruebe” esta política aeronáutica, dado que este año Bolivia celebra el bicentenario de su independencia y “se abre la oportunidad” de convertirse en un destino turístico capaz de generar alrededor de 4.000 millones de dólares anuales.
Sus directivos consideraron “indispensable” el respeto a las “nueve libertades del derecho aeronáutico” y fortalecer los 58 aeropuertos del país. También solicitaron la “flexibilización del ingreso de aerolíneas internacionales y nacionales” mediante la eliminación de “restricciones tarifarias” y la agilización de los trámites administrativos para fomentar la “competitividad”.
El Gobierno de Luis Arce declaró recientemente que no está “generando o promoviendo ningún tipo de monopolio” en el sector aéreo comercial. José Iván García, jefe de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), expresó a la prensa que el Estado tiene la obligación de “promover la conectividad” aérea y que BoA se creó “en ausencia de inversiones privadas”.
García también mencionó que existen dos empresas interesadas en operar en el país. “En esta gestión, tuve una comunicación hace un par de semanas de un empresario norteamericano que desea incursionar en el sector aeronáutico en Bolivia”, afirmó.
La aerolínea estatal fue establecida en 2007 y comenzó a operar en 2009 durante el mandato de Evo Morales (2006-2019), cuando ya funcionaban las aerolíneas privadas Aerosur y Amaszonas, que cerraron en 2012 y 2023, respectivamente.
Según García, actualmente BoA cuenta con doce aeronaves operativas y siete en mantenimiento, transportando al 85% de los pasajeros en vuelos nacionales y al 47% en rutas internacionales. Además, aseguró que “no hay ningún sesgo ni limitación” para operar en Bolivia, mencionando que el país mantiene 17 acuerdos bilaterales y dos multilaterales para el intercambio de pasajeros y mercancías “en condiciones favorables”.
El funcionario insistió en que no existe un monopolio, tal como han denunciado usuarios y expertos, ya que en el mercado doméstico, además de BoA, opera la aerolínea privada de bajo costo Ecojet, que tiene una cobertura más reducida que la estatal, así como dos aerolíneas del Ministerio de Defensa, Tamep y Transportes Aéreos Bolivianos (TAB), la última de las cuales es solo para carga. Asimismo, hay otras once aerolíneas internacionales que, aunque generalmente operan en Santa Cruz, solo dos, Avianca y Latam, conectan con La Paz.
Tras el reciente incidente, la senadora Centa Rek, de la oposición, envió una carta a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para denunciar el “grave deterioro de la aviación comercial” en Bolivia debido al “monopolio de facto” de BoA. Rek explicó a EFE que presentó la queja a la OACI y a la Administración Federal de Aviación de EE.UU. buscando dar visibilidad a lo que considera una “situación intestina”, ya que la administración, regulación y fiscalización del sector aéreo se concentran en el Gobierno nacional.
La senadora alertó que “la prueba es que hasta el momento las fiscalizaciones (a BoA) siempre salen favorables y no se solucionan los problemas, sino que se incrementan, vamos in crescendo con todas las dificultades y los riesgos que corren los usuarios”. También enfatizó la necesidad de “abrir los cielos para otras empresas, que exista la libre competencia”, porque si el usuario “no tiene opción, tiene que aceptar las condiciones que sea”. Además, sostuvo que sí hay un monopolio estatal porque Ecojet “no tiene ninguna incidencia” y las autoridades “destruyeron” a las aerolíneas privadas para quedarse con las rutas “más rentables”.