Hamás califica de plan “racista” el anuncio de Trump de que EEUU tomará el control de la Franja de Gaza
“La posición racista estadounidense está alineada con la de la extrema derecha israelí, consistente en desplazar a nuestro pueblo y erradicar nuestra causa”, indicó en un comunicado un portavoz de Hamás
El movimiento islamista palestino Hamás manifestó este miércoles su rechazo a la inesperada propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de hacerse cargo de la Franja de Gaza, considerándola como una postura “racista”.
El portavoz de Hamás, Abdel Latif al Qanu, expresó en un comunicado que «la posición racista estadounidense está alineada con la de la extrema derecha israelí, consistente en desplazar a nuestro pueblo y erradicar nuestra causa».
En una declaración que tomó a muchos por sorpresa durante una conferencia en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Trump afirmó que «Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un buen trabajo».
El mandatario republicano instó nuevamente a los más de dos millones de habitantes de Gaza a abandonar el territorio, que ha sido golpeado por más de 15 meses de bombardeos israelíes,dirigiéndose hacia países vecinos como Egipto y Jordania, a pesar de que estos y los palestinos se oponen a tal movimiento.
Sin entrar en detalles específicos, el presidente anunció que Estados Unidos tiene planes de «nivelar el lugar y deshacerse de los edificios destruidos», con el fin de impulsar el desarrollo económico del área y ofrecer «una cantidad ilimitada de empleos y viviendas para la gente de la zona».
Trump también mencionó que este es un proyecto “a largo plazo”, con la meta de convertir el enclave costero en “la Costa Azul de Oriente Medio”.
Por su parte, Netanyahu declaró que el plan de Trump para Gaza podría “cambiar la historia” y subrayó que es un asunto que merece “prestársele atención”.
El veterano líder israelí cuenta con el respaldo de fuerzas políticas que anhelan reinstaurar colonias judías en la Franja de Gaza, de la cual Israel se retiró de forma unilateral en 2005, siguiendo la decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon.
