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¿Quién fue Nicolás Castellanos, el hombre que salvó niños y transformó el Plan Tres Mil?

¿Quién fue Nicolás Castellanos, el hombre que salvó niños y transformó el Plan Tres Mil?

Llegó a Santa Cruz en los años 90. Trabajó para transformar una zona periférica en una ciudadela con futuro

Nicolás Castellanos falleció este miércoles a la edad de 90 años. Dedicó toda su vida a la labor de la caridad y a inspirar a las familias a prosperar. Su esfuerzo fue clave para transformar una zona marginal en una comunidad con un futuro prometedor. Miles de familias lloran su partida.

Castellanos dejó su obispado en Valencia, España, y llegó a Santa Cruz para asistir a los más necesitados, especialmente en el Plan Tres Mil, que en su momento era una zona de extrema pobreza creada para albergar a las familias que sobrevivieron al desborde de 1983.

“El cardenal Terrazas nos envió al Plan Tres Mil, nuestra opción era por los pobres. Le dijimos al cardenal que queríamos ir a donde había más necesidad”, señaló Castellanos.

Aprovechó su rol como obispo emérito para persuadir a españoles y europeos de que una modesta donación podría salvar a un niño en Bolivia. Con su ayuda se edificaron escuelas, iglesias, y un centro de teatro y música.

“Morían niños por hambre y desnutrición, al mes de llegar abrimos un centro de desnutridos, salvamos más de 5 mil vidas de niños y niñas bolivianas que se hubieran muerto por desnutrición”, agregó Nicolás Castellanos.

Las personas que lo conocieron y estuvieron a su alrededor destacan que recaudó alrededor de 400 millones de dólares, que fueron invertidos con el paso del tiempo.

Castellanos no solo se enfocó en satisfacer necesidades inmediatas como comida, educación y salud. “Se creó una cultura musical importante, la orquesta es un referente cultural, artístico en el Plan Tres Mil”, expuso.

Tenía un lema: Si no vives como piensas, terminarás pensando como vives.

En aquellos años, vivía en una habitación sin enyesar y con techos de calaminas calientes. Afirmaba que su motivación era luchar por aquellos que más lo necesitaban.

“La motivación fue Jesús de Nazareth, que no apartó a nadie, pero dio prioridad a los pobres. Me rompe el alma que un niño no pueda hacer tres comidas al día”, contó en una entrevista.

A sus 90 años, ya descansa en paz, y miles de familias están de luto por su partida.

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