Chile: tras el gran apagón, la electricidad regresa al 97,6% de los hogares y se levanta el estado de excepción
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Este miércoles también la ministra chilena de Interior, Carolina Tohá, confirmó que se levanta el estado de excepción por catástrofe
Los chilenos regresarán a la normalidad el miércoles tras un amplio apagón que afectó al país y después de que se levantara el estado de excepción decretado para manejar la crisis, que incluyó un toque de queda.
La ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, anunció que “el estado de excepción por catástrofe se levanta a partir de este momento” (a las 08H25 locales, 11H25 GMT), y que “también quedan sin efecto las decisiones (…) respecto del toque de queda”, asegurando que “hoy debiéramos tener un día normal.”
En pleno verano austral, el 95% de los 20 millones de chilenos sufrió el apagón inusual que ocurrió la tarde del martes, el cual generó caos y desconcierto. El corte de suministro eléctrico comenzó a las 15H16 (18H16 GMT) y afectó una extensa área que abarcaba desde la región de Arica y Parinacota en el norte hasta la región de Los Lagos en el sur.
Como respuesta a esta emergencia, el gobierno decidió decretar el estado de excepción por catástrofe e implementar un toque de queda, que se aplicó desde las 22H00 locales del martes hasta las 06H00 del miércoles. Sin embargo, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) informó el miércoles por la mañana que el 97,6% de los hogares ya contaban con suministro eléctrico.
Después del levantamiento del toque de queda, los chilenos salieron a las calles nuevamente, y las personas se dirigieron a sus trabajos mientras autos y buses circulaban normalmente. El metro de Santiago, que diariamente transporta a aproximadamente 2,3 millones de usuarios, operó con normalidad en todas sus líneas, después de que el martes tuviera que evacuar a sus pasajeros y cerrar estaciones por falta de energía.
El martes, en la capital, miles de personas caminaron durante horas para regresar a casa debido a la saturación del transporte público, en medio de una temperatura de alrededor de 30 grados. Las comunicaciones y la telefonía móvil funcionaron de manera intermitente e inestable.
Debido al apagón, el gobierno tuvo que cancelar las clases del miércoles para 300.000 estudiantes, así como suspender partidos de fútbol y la tercera noche del Festival Internacional de Viña del Mar. Este apagón es considerado el más grande en Chile desde marzo de 2010, poco después del terremoto que afectó al país, cuando gran parte de la población también se quedó sin servicio eléctrico en la región del Biobío.
A pesar de la falta de electricidad, los hospitales y cárceles operaron con generadores de emergencia el martes. El presidente Boric, en un mensaje a la nación, responsabilizó a las empresas privadas que gestionan el sistema eléctrico por el apagón, diciendo que “¡Esto es indignante!, no es posible que la vida cotidiana de millones de chilenos y chilenas se vea alterada de esta forma por empresas que no hacen bien su trabajo.” Además, anunció sanciones para estas compañías.