Canadá: Mark Carney, un hábil banquero central con el reto de olvidar a Trudeau y frenar a Trump

Carney declaró que sentía que todo lo que ha vivido hasta ahora le ha preparado para este momento crítico en la historia del país.
Mark Carney, quien ha sido gobernador de los bancos centrales de Canadá y de Inglaterra en momentos críticos, ahora se encuentra en la posición de futuro primer ministro canadiense. Su desafío consiste en hacer olvidar a su antecesor, Justin Trudeau, y lidiar con la amenaza que representa un vecino complicado como Donald Trump.
Después de ganar el liderazgo del Partido Liberal en Canadá el pasado domingo, Carney declaró que sus experiencias previas lo han preparado para este momento crucial en la historia del país.
Nacido hace 59 años en la remota ciudad de Fort Smith, en el noroeste de Canadá, Carney creció en Edmonton, la capital petrolera del país. Se graduó en 1988 en Economía en la Universidad de Harvard y, posteriormente, obtuvo su máster en la Universidad de Oxford en 1993, donde completó su doctorado dos años después. Su carrera comenzó en la firma Goldman Sachs.
No obstante, su nombre comenzó a ser reconocido en Canadá cuando asumió el cargo de gobernador del Banco de Canadá en febrero de 2008, justo al inicio de la grave crisis financiera que afectó a Estados Unidos y Europa. Carney, que entonces era el gobernador más joven de un banco central del G7 y del G20, adoptó medidas clave que, según muchos expertos, permitieron a Canadá evitar los peores estragos de la crisis financiera global.
Craig Wright, en ese momento economista jefe del Royal Bank of Canada, elogió su enfoque al afirmar que la creatividad y la previsión demostradas por Carney eran difíciles de igualar entre los banqueros centrales.
En 2013, Carney dejó el Banco de Canadá para asumir el liderazgo del Banco de Inglaterra, puesto que ocupó hasta 2020, enfrentando retos como el Brexit y la pandemia de covid-19. Su desempeño en tiempos de crisis fue nuevamente destacado, y después de dejar el Banco de Inglaterra, fue nombrado presidente del consejo de administración de Brookfield Asset Management, además de ser enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas.
Con la vista puesta en un regreso a Canadá de la mano del Partido Liberal de Trudeau, se hizo evidente que el primer ministro deseaba que Carney liderara el Ministerio de Finanzas. La situación se intensificó con la sorpresiva dimisión de Chrystia Freeland, quien era considerada su mano derecha, lo que llevó a Trudeau a anunciar su decisión de renunciar como líder liberal y primer ministro. Carney, respaldado por gran parte del partido, decidió asumir el reto.
Así, como nuevo líder del Partido Liberal, Carney asumirá el cargo de primer ministro canadiense automáticamente, hasta la celebración de elecciones generales que podrían tener lugar en abril. Tiene la tarea de abordar una crisis económica y de soberanía sin precedentes.
Los aranceles impuestos por Estados Unidos amenazan con provocar una recesión profunda en Canadá, y las insinuaciones de anexión de Donald Trump han dejado de ser una simple broma. Carney ha afirmado que se siente equipado para enfrentar este desafío.
Al ganar el liderazgo del Partido Liberal, Carney expresó su disposición para confrontar la situación complicada que se presenta, utilizando una analogía del hockey sobre hielo, donde advirtió que Canadá se enfrenta a «la mayor crisis» en generaciones y que tiene confianza en salir airoso de ella. «No buscamos esta pelea. Pero los canadienses siempre están listos cuando alguien se quita los guantes. Así que los estadounidenses no deberían equivocarse porque en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará», afirmó el nuevo líder canadiense.
Carney reafirmó que «Canadá nunca será parte de Estados Unidos, de ninguna forma».